martes, 24 de junio de 2014

Las Universidades.

1- Thomas Wood; Las universidades y la Iglesia medieval.
Capítulo 1/3. 9 min.
https://www.youtube.com/watch?v=ZKQYqLmCUpE&list=PLEBC0738FE8AD7582&index=14
Capítulo 2/3. 9.50 min
https://www.youtube.com/watch?v=WtRtGP2EVRI&list=PLEBC0738FE8AD7582&index=15
Capítulo 3/3 6.30 min.
https://www.youtube.com/watch?v=Zs609BawYNY&list=PLEBC0738FE8AD7582&index=16


2- Mapas:





3- Texto:
LUIS E. RODRÍGUEZ-SAN PEDRO. Director del Centro de Historia Universitaria Alfonso IX. Universidad de Salamanca.
"Conviene advertir, de inicio, que la institución universitaria es hija de la Cristiandad europea medieval, y se vincula al renacimiento urbano de sus etapas finales. En este contexto tienen lugar asociaciones gremiales para el desarrollo y protección de los intereses de un mismo oficio, artesano o mercantil. Y así surge también la universidad, como corporación de colaboración y apoyo para el aprendizaje intelectual: universitas magistrorum et scholarium. Se trata, pues, de un gremio de maestros y aprendices en torno a los nuevos métodos intelectuales desarrollados desde el siglo XII: planteamiento de un problema (quaestio), argumentación en torno al mismo (disputatio) y búsqueda de una conclusión sintetizadora (sententiaconclusio). De este modo, junto al afianzamiento del Derecho canónico y romano, quedaba inaugurado un método dialéctico aplicable a la filosofía y a la teología.
           El gremio de maestros universitarios (universitas magistrorum) se reservaba el derecho de admisión y aprobación de los aprendices, promoviéndolos, en su caso, a la maestría mediante una licencia o graduación. Esta graduación, que habilitaba para enseñar, se convertirá en la llamada licentia ubique docendi que, por patrocinio pontificio a estos gremios de estudiosos (especializados en cánones o teología...) pasa a poder ejercerse en todo el orbe de la Cristiandad romana. De este modo, la validación papal de los grados otorga a nuestros intelectuales una dimensión supraterritorial, y los libera de la tutela de escuelas y poderes eclesiásticos preexistentes. Al mismo tiempo, estos gremios de estudiosos van a recibir la protección de emperadores y reyes, interesados en el desarrollo de la burocracia y del derecho. Poco a poco, van desbordando el ámbito territorial cercano, a partir de privilegios y franquicias reales, que otorgan independencia y autonomía jurídica respecto a los poderes civiles locales y los concejos municipales.
            El juego de la doble protección, pontificia y regia, va configurando las peculiaridades de unas corporaciones de amplia proyección, con autonomía económica, administrativa y jurídica. Se va gestando la imagen de una Cristiandad de cultura superior unificada, con el latín como instrumento lingüístico de intercambio, planes de estudio semejantes en las universidades existentes, y una movilidad potencial de eruditos y estudiosos."

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